Investiga la Unidad Fiscal de Robos y Hurtos I del MPF. La jueza dispuso medidas de menor intensidad, por seis meses, para el encubridor de 33 años. Por el desapoderamiento se sospecha de una pareja que habría actuado en un departamento colindante con el inmueble de la víctima.
Un hombre, de 33 años, fue imputado por la Unidad Fiscal de Robos y Hurtos I del MPF por ofrecer antigüedades de bronce, que previamente habían sido sustraídas de un domicilio ubicado en calle Santiago del Estero al 1500 de esta ciudad capital. Por instrucciones del fiscal Diego López Ávila, la auxiliar de fiscal, Fernanda Antoni Piossek, lo acusó por el delito de encubrimiento por receptación dolosa agravada por haberse cometido con ánimo de lucro y en calidad de autor. “Estamos ante un delito grave por la modalidad en la que ha sido perpetrado ya que previo al delito en cuestión se produjo un desapoderamiento en el domicilio de la víctima, con una multiplicidad de bienes incluso algunos podrían ascender a una cantidad de 10 kg”, dijo Antoni Piossek en referencia al valor en venta y señaló que el acusado los ofrecía a $6.000 por kilo. Por lo tanto, se sospecha de la celeridad con la que actuó para desapoderarse de los mismos.
“Detrás de la vivienda de la víctima hay dos departamentos, uno de los cuales fue desocupado hace pocos días por una pareja. Aún no hemos podido dar con estas personas que podrían ser potenciales testigos o incluso autores del desapoderamiento”, aseveró la investigadora por lo que pidió la medida de coerción de máxima intensidad (prisión preventiva por dos meses). Sin embargo, la jueza actuante resolvió otorgarle la medida de coerción de menor intensidad, por seis meses, otorgando el cese de la detención, bajo el cumplimiento de normas a los fines de cautelar el proceso.
La acusación
En el período comprendido entre el 1 de abril y el 11 de mayo de este año, el acusado por un ánimo de lucro recibió antigüedades de bronce (entre ellas: candelabros, platos, ceniceros, adornos, floreros, morteros, jarras, teteras, balanzas, esculturas junto con tenedores y cucharas), los cuales habían sido sustraídos ilegítimamente a su propietario. Con el claro objeto de obtener un beneficio económico con su venta lo publicó en el sitio Marketplace de la red social Facebook sin lograr su cometido por causas ajenas a su voluntad, ya que su accionar fue advertido por su propietario quien dio aviso a las autoridades policiales que procedieron a la aprehensión mientras tenía los objetos en su poder e intentaba venderlos.
