La luz del esfuerzo: La historia detrás de las velas de Dardo Alejandro Córdoba

En el corazón de Famaillá, una ciudad que respira historia y tradición en cada rincón, Dardo Alejandro Córdoba decidió encender una llama. No se trataba solo de fabricar velas, sino de construir un sueño que iluminara caminos, pese a los desafíos que la vida le presentó.

Dardo, como muchos emprendedores, comenzó con un ideal: crear algo desde cero, con recursos limitados pero con una visión clara. “Buscaba un producto que pudiera fabricar de forma accesible económicamente. Pensé en muchos proyectos, pero cuando descubrí la vela, supe que ese sería mi camino”, comenta con la pasión que lo caracteriza. La idea tomó forma tras cinco años de análisis y una inspiración proveniente de amigos de Entre Ríos que le mostraron el potencial de este mercado.

Fabricar luz con esfuerzo y calidad

El emprendimiento de Dardo no es uno más. Desde el inicio, su meta fue diferenciarse. “Nuestras velas tienen una mezcla que asegura calidad y economía. Duran hasta dos horas y media, no tiran humo, ni olor, y su textura no es grasosa como las de la competencia”, explica con orgullo. Cada paso en la fabricación es fruto de prueba y error, un proceso en el que se equilibra la ciencia y el arte.

Entre sus productos estrella están las velas de cumpleaños, únicas por su packaging pensado en la comodidad del cliente. “Mientras la competencia vende velas sueltas que se ensucian o rompen, nosotros las empaquetamos. Ofrecemos algo mejor al mismo precio”, resalta Dardo, demostrando cómo pequeños detalles marcan la diferencia.

Además, produce velas de santería con parafina pura, reconocidas por su calidad superior, y velas comunes de “corte de luz” que ya se encuentran en miles de comercios gracias a su red de distribución.

El desafío de emprender

No todo ha sido fácil en esta travesía. “El mayor desafío fue el efectivo. No cuento con ayudas del gobierno ni con un respaldo económico fuerte. Todo esto lo construí a pulmón”, relata. Pero esa misma limitación se convirtió en el motor para superar obstáculos, innovar y apostar por una idea que hoy comienza a iluminar más allá de su tierra natal.

De hecho, su alcance ha trascendido fronteras. Desde su fábrica, ubicada en Tucumán, ya han enviado 3.000 unidades de velas a Tierra del Fuego, demostrando que con trabajo duro y una visión clara no hay distancias insuperables.

Sueños que se encienden

Dardo tiene metas claras: a corto plazo, consolidar su marca en las góndolas y en la mente de los consumidores; a largo plazo, expandir su fábrica, mejorar los tiempos de producción y continuar innovando. En su mirada, se refleja el deseo de que su proyecto no solo crezca, sino que inspire a otros a perseguir sus propios sueños.

“Todo lo que hacemos, lo hacemos pensando en el cliente. Queremos que cada vela que salga de aquí lleve un mensaje de calidad y esfuerzo”, afirma.

¿Dónde encontrar sus velas?

Por el momento, las velas de Dardo están disponibles a través de una red de distribuidores que llegan a más de 1.500 negocios semanales en toda la región, desde Manantial hasta Alberdi y los Valles. Además, las velas de santería y de números cuentan con un vendedor especializado, y los envíos a otras ciudades ya son una realidad.

¿Quieres contactarlo? Basta con llamar al 381 579-3752, el número que aparece en cada uno de sus productos. Muy pronto también estará presente en redes sociales, ampliado su conexión con el público.

La historia de Dardo Córdoba es la prueba de que el emprendimiento, cuando se alimenta con pasión, esfuerzo y creatividad, tiene el poder de iluminar vidas. Desde su taller, no solo produce velas: enciende esperanzas y demuestra que, incluso con recursos limitados, los sueños pueden hacerse realidad.