La rica biodiversidad de Famaillá cantos, saltos y nidos de barro

Famaillá, conocida por su rica tradición y cultura, también es un punto de encuentro para una variedad de especies animales que muchas veces pasan desapercibidas. En este artículo, nos enfocaremos en tres de los animales más típicos que forman parte del paisaje cotidiano de la región: el zorzal criollo, el sapo común y el hornero. Conoce más sobre ellos y descubre algunas curiosidades que te sorprenderán.

1. El Zorzal Criollo: El Cantante de las Mañanas

El zorzal criollo (Turdus rufiventris) es un ave muy popular en Famaillá, conocida por su canto melodioso que se escucha especialmente al amanecer y al atardecer. Este canto es tan característico que ha inspirado poemas y canciones en la región. De plumaje marrón con un pecho anaranjado, el zorzal se alimenta principalmente de frutas e insectos, lo que lo convierte en un aliado para el control de plagas en huertas y jardines.

Curiosidades del Zorzal Criollo:

• Canto como señal de territorio: Los machos cantan para marcar su territorio y atraer pareja. Cada zorzal tiene su propio repertorio de sonidos, lo que los hace únicos.
• Adaptación urbana: Aunque es un ave silvestre, el zorzal criollo se ha adaptado a los entornos urbanos y puede verse en parques y jardines de Famaillá, donde encuentra alimento y refugio.
• Nidos ingeniosos: Sus nidos son construidos con barro y ramas, y suelen ubicarse en árboles de mediana altura. Estas estructuras son resistentes y protegen bien a sus crías de depredadores.

2. El Sapo Común: El Vigilante de los Jardines

El sapo común (Rhinella arenarum) es un anfibio que se encuentra con frecuencia en los jardines y patios de Famaillá. Aunque no es tan vistoso como otras especies, su función en el ecosistema es esencial. Este sapo se alimenta de insectos y arácnidos, ayudando a mantener controladas las poblaciones de plagas.

Curiosidades del Sapo Común:

• Alimentación nocturna: El sapo común es más activo durante la noche, cuando sale a cazar insectos. Gracias a su dieta, es un aliado natural para quienes tienen huertos o jardines.
• Piel tóxica: Su piel segrega una sustancia tóxica como defensa contra depredadores. Esto lo protege de algunos animales, aunque es inofensivo para los humanos si no se manipula.
• Hibernación: Durante el invierno, los sapos comunes se entierran en la tierra y entran en un estado de hibernación para conservar energía.

3. El Hornero: Arquitecto del Nido de Barro

El hornero (Furnarius rufus), ave nacional de Argentina, es un símbolo de laboriosidad y dedicación. En Famaillá, es común ver a estos pájaros construyendo sus nidos de barro, que tienen una forma de horno y pueden pesar hasta cinco kilos. Estos nidos no solo son resistentes a las inclemencias del tiempo, sino que también representan un verdadero logro arquitectónico en el mundo animal.

Curiosidades del Hornero:

• Parejas fieles: Los horneros suelen formar parejas monógamas y construyen sus nidos juntos. Una vez que el nido está terminado, la pareja lo utiliza para criar a sus polluelos.
• Nidos reutilizados: Aunque los horneros a menudo construyen un nuevo nido cada temporada, algunos nidos antiguos son reutilizados por otras aves más pequeñas o por ciertos insectos.
• Canción característica: El hornero tiene un canto fuerte y rítmico que es fácil de reconocer. Cantar en pareja es una forma de reforzar el vínculo y de señalar la presencia de ambos en su territorio.

Conclusión

Los animales que ves cotidianamente en Famaillá, como el zorzal criollo, el sapo común y el hornero, son más que simples habitantes del paisaje; son piezas fundamentales del ecosistema local. Sus cantos, hábitos y curiosidades aportan un toque especial a la vida diaria y nos recuerdan la importancia de proteger y respetar la fauna que nos rodea.

Invitamos a nuestros lectores a compartir fotos y anécdotas de sus avistamientos en la región, y así seguir destacando la belleza de nuestra fauna local.